La idea de reunir a grupos de usuarios en busca de precios bajos para las facturas de gas y electricidad surgió en 2010
En noviembre de 2012, la firma holandesa Energiedirect.nl, ganó la subasta anual facilitada por la Asociación de Consumidores (Consumentenbond) para escoger la oferta más barata en el marco del proyecto de energía compartida, denominado en holandés Energiecollectief. La idea de reunir a grupos de usuarios en busca de precios bajos para las facturas de gas y electricidad surgió en 2010 en el grupo de consumidores Eigen Huis (Casa Propia, en holandés). Un año después, la asociación de consumidores lanzó un plan de subastas energéticas similar. Para participar en la misma utilizando sus servicios, el consumo anual de electricidad no puede superar los 20.000 kilovatios anuales. El de gas no debe pasar de 10.000 metros cúbicos al año. La compañía Prizewize compara las ofertas empresariales de energía para la asociación y facilita a su vez el paso de un proveedor a otro. Al año del anuncio de la colaboración entre ambas, había ya 57.000 clientes asociados al colectivo así canalizado.
“Prizewize proporcionó primero el apoyo técnico para que el consumidor comparara online el precio de su factura energética. Ahora recogemos las ofertas, abiertas a compañías públicas y privadas, y solo publicamos la ganadora al final. Así logramos el precio más bajo. A veces también hay subastas dos veces al año”, señalan sus portavoces. A la vista del éxito holandés, la casa amplió su radio de acción en la UE. Para 2012, contaba con 212.000 usuarios entre Holanda, Bélgica y Reino Unido. En 2013 ha aterrizado en Italia y España y esperan llegar a los 400.000. Las críticas contra este modelo de subastas se centran en la tasa pagada a sus organizadores por el ganador de la misma. Oscila entre 30 y 40 euros por cada nuevo cliente y acaba en las arcas de la Asociación del Consumidor, Eigen Huis, o bien el resto de empresas que operan en este campo. Oficialmente, es invertido “en investigación y estudios comparativos de mercado”.
Para sumarse a un colectivo energético y elegir un proveedor más barato hay que rellenar un cuestionario en Internet. Primero, se señala el tipo de nuevo contrato deseado, que puede ser doble, para gas y electricidad, o simple. A continuación, se indica el número de personas que ocupan el hogar en cuestión y el gasto medio de energía. Al final, es señalado el proveedor actual y es posible comparar precios con los demás. “El paso de una compañía a otra puede hacerse asimismo a través de la Red”, subrayan en Prizewize.
Fuente: El Pais.
En noviembre de 2012, la firma holandesa Energiedirect.nl, ganó la subasta anual facilitada por la Asociación de Consumidores (Consumentenbond) para escoger la oferta más barata en el marco del proyecto de energía compartida, denominado en holandés Energiecollectief. La idea de reunir a grupos de usuarios en busca de precios bajos para las facturas de gas y electricidad surgió en 2010 en el grupo de consumidores Eigen Huis (Casa Propia, en holandés). Un año después, la asociación de consumidores lanzó un plan de subastas energéticas similar. Para participar en la misma utilizando sus servicios, el consumo anual de electricidad no puede superar los 20.000 kilovatios anuales. El de gas no debe pasar de 10.000 metros cúbicos al año. La compañía Prizewize compara las ofertas empresariales de energía para la asociación y facilita a su vez el paso de un proveedor a otro. Al año del anuncio de la colaboración entre ambas, había ya 57.000 clientes asociados al colectivo así canalizado.
“Prizewize proporcionó primero el apoyo técnico para que el consumidor comparara online el precio de su factura energética. Ahora recogemos las ofertas, abiertas a compañías públicas y privadas, y solo publicamos la ganadora al final. Así logramos el precio más bajo. A veces también hay subastas dos veces al año”, señalan sus portavoces. A la vista del éxito holandés, la casa amplió su radio de acción en la UE. Para 2012, contaba con 212.000 usuarios entre Holanda, Bélgica y Reino Unido. En 2013 ha aterrizado en Italia y España y esperan llegar a los 400.000. Las críticas contra este modelo de subastas se centran en la tasa pagada a sus organizadores por el ganador de la misma. Oscila entre 30 y 40 euros por cada nuevo cliente y acaba en las arcas de la Asociación del Consumidor, Eigen Huis, o bien el resto de empresas que operan en este campo. Oficialmente, es invertido “en investigación y estudios comparativos de mercado”.
Para sumarse a un colectivo energético y elegir un proveedor más barato hay que rellenar un cuestionario en Internet. Primero, se señala el tipo de nuevo contrato deseado, que puede ser doble, para gas y electricidad, o simple. A continuación, se indica el número de personas que ocupan el hogar en cuestión y el gasto medio de energía. Al final, es señalado el proveedor actual y es posible comparar precios con los demás. “El paso de una compañía a otra puede hacerse asimismo a través de la Red”, subrayan en Prizewize.
Fuente: El Pais.
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